Uno de los mayores avances en las válvulas de mariposa es la automatización eléctrica, que permite el control remoto y la integración con sistemas de supervisión. Las válvulas de mariposa eléctricas eliminan la necesidad de intervención manual, lo que se traduce en un ahorro de tiempo, costos laborales y mejora de la seguridad en los procesos. Con un actuador eléctrico, estas válvulas se pueden abrir o cerrar con gran precisión y sin necesidad de recursos adicionales como compresores de aire o fuentes hidráulicas. Esta característica es especialmente valiosa en aplicaciones industriales donde la precisión y la velocidad de respuesta son cruciales.
La válvula de mariposa eléctrica con brida WCB (material de acero al carbono con una excelente resistencia a la corrosión y la alta temperatura) es uno de los componentes esenciales en sistemas industriales que requieren un control preciso del flujo de líquidos o gases. En este contexto, las válvulas de mariposa son muy utilizadas debido a su capacidad para regular el paso de fluidos de manera eficiente y con un diseño compacto, mientras que la versión eléctrica ofrece ventajas significativas en términos de automatización y control remoto. Este tipo de válvula tiene aplicaciones muy diversas, desde el sector de la energía hasta la industria química y la alimentaria.
La combinación de una válvula de mariposa eléctrica con brida WCB garantiza una operación robusta, eficiente y flexible. El uso del material WCB ofrece la ventaja de una alta resistencia mecánica, lo que permite que estas válvulas sean ideales para trabajar en ambientes donde la resistencia a la corrosión y las altas temperaturas son factores clave. Por su parte, el diseño de mariposa facilita una apertura y cierre rápidos, lo que optimiza el control del flujo con una mínima cantidad de movimiento, reduciendo el desgaste de los componentes internos.